jueves, 20 de enero de 2011

Estrechar vínculos y tomar conciencia en la educación


Por Carmen Jallo Calderón

Existe un antagonismo entre educadores y científicos. Los educadores en ciencias poseen mayores estrategias didácticas para enseñar, pero carecen muchas veces de la formación académica suficiente que les permita, por ejemplo, exigir el uso del método científico en sus alumnos y también promover la investigación en el aula. Los científicos poseen conocimientos profundos sobre su materia, pero cuando quieren transmitir los resultados de sus investigaciones tienen dificultades para hacerse entender. Por tanto, conviene que exista una mayor cooperación y comunicación entre ambos grupos académicos.

Si queremos que la relación educación-sociedad tenga sentido, debemos hablar de una sociedad educadora en la cual se comprometa no sólo a la escuela, sino a los educadores en general, a las familias, a los empresarios, científicos, políticos, medios de comunicación, sociedad civil y el Estado. Es muy importante estrechar vínculos, tomar conciencia y asumir de forma obsecuente el papel que nos corresponde. Pongámonos a trabajar en ello.

En los últimos años, los cambios obtenidos por la humanidad tienen una pauta común: el poder de la información y la supremacía del conocimiento. Los países desarrollados dedican cuantiosos recursos a la formación de intelectuales y científicos, de emprendedores empresariales, de instituciones académicas y universitarias, con el fin de imponer ritmos científicos y tecnológicos de frontera, transferir tecnología, establecer nuevas y convenientes reglas de mercadeo mundial. Actualmente Estados Unidos, Alemania, Japón y Canadá, entre otros, son ejemplos claros de ello. Quien tiene dominio sobre el conocimiento, tiene el poder sobre los demás. El origen y la generación de riqueza está indisolublemente ligado a la generación del conocimiento.