martes, 26 de enero de 2010

¿Cómo llegar a Marte?


Por Raúl Chanamé Orbe


Cuando Yuri Gagarin dio la primera vuelta al espacio de la tierra, en 1961, se evidenció porque la ciencia soviética era la más avanzada en propulsión, combustión y tecnología espacial.
El reto fue extraordinario para la ciencia norteamericana, el presidente John F. Kennedy asumió el encargo de llevar al primer hombre a la Luna; para ello, la universidad y los centros de investigación debían hacer la proeza de plantear nuevas metas a la ingeniería de vuelos. Eso se concretó cuando el Proyecto Apolo puso a Neil Armstrong en suelo lunar en 1969. Había triunfado la ciencia y con ello la universidad, para bien del desarrollo humano.
La Unión Europea pretende tener primacía tecnológica en el siglo XXI, desde el proyecto Eureka se han impuesto como meta poner al primer hombre en Marte. Con la tecnología de hoy, el viaje demoraría 8 años por la distancia, el peso del combustible y la velocidad. El reto se lo han dado a la Universidad.
La Universidad del Viejo Mundo debe transformarse para que su investigación de tecnologías de punta pueda cumplir estos objetivos. Este cambio implica una verdadera reforma en diversas áreas, desde los alimentos, la informática y la velocidad de la luz.
Los premios, las becas y las prioridades están sobre las áreas de ciencias, y al interior de ellas sobre disciplinas y temas de vanguardia: combustible sintético, energía atómica, fibra óptica y la nanotecnología.
En los años cincuenta se creía descomunal surcar el espacio, y la inteligencia humana lo conquistó; en los años sesenta se creía inalcanzable la Luna y la investigación científica lo logró; hoy se cree remoto llegar a Marte, y la Universidad Europea promete la toma del Planeta Rojo.
Los países se desarrollan cuando poseen sueños que son alcanzables, en tanto sus jóvenes estudian e investigan para alcanzar metas individuales y objetivos nacionales. En nuestro caso, sólo en Lima metropolitana, los retos son unir el Callao con la isla de San Lorenzo, hacer de la Costa verde un espacio saludable y turístico, además de dotarnos en las próximas décadas de un transporte masivo y rápido de calidad. La universidad del mundo desarrollado está abocada a conquistar Marte, nuestra universidad tiene la obligación de ganar la Tierra para bien de sus habitantes.